solo en 2011, Brasil negó la entrada al país a 10.218 extranjeros

13/04/2012 | By More

¡Ah, la mal llamada crisis de las expulsiones! Digo mal llamada porque en realidad no se trata técnicamente de expulsiones ya que las personas que son enviadas de vuelta a sus países no llegan a entrar en el país. Se les niega la entrada.

Durante los cuatro años que dura ya la crisis de los expulsiones se ha construído una imagen maniquea según la cual el villano sería España (tanto las autoridades como sus ciudadanos, nunca se distingue entre unos y otros) mientras que el brasileño sería algo aproximado al buen salvaje rousseauniano. Y hete aquí que ahora la Folha de São Paulo publica un estudio que revela que solo durante 2011 el virginal Brasil, ese que recibe a todo el mundo de brazos abiertos, negó la entrada al país a 10.218 extranjeros, a los que se les aplicó la legislación vigente en el país – algo parecido a lo que hace España -. El artículo, con acceso solo para suscriptores, está en Número de estrangeiros barrados no país é recorde.

Si España es criticada por el rigor tanto de su legislación -que ni siquiera es suya, sino que viene impuesta por la Unión Europea- como de su aplicación (ojo al dato, la aduana del Reino Unido es más dura con los brasileños que España pero la prensa brasileña ha elegido hacerse la sueca en lo que respecta a la pérfida Albión), no hay razones para no criticar también a Brasil con el añadido de haber ido de niño bueno cuando en realidad no ha hecho más que lo que le critica a España: impedir que entren los extranjeros que no le interesan.

Es una pena porque las discusiones en torno a la crisis de las expulsiones se han centrado en los argumentos ultranacionalistas más cerriles sin ir al meollo de la cuestión, que es cuestionar la libertad (o falta de la misma) de ir y venir de los ciudadanos impuesta por los estados y también cómo los controles que tienen con objeto impedir la inmigración ilegal acaban teniendo un impacto en el turismo.

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